lunes, 21 de mayo de 2012

Lisboa Rodrigues

Lisboa, ciudad del fado angustiante, de las cuestas matagigantes, de los descubridores de épocas pasadas, de saudades y gingijhas, de pasteis de nata, de vinos y cócktails, de encontrarse consigo mismo, de continuar con la renovación, de colazos y nervios, de gallos y gallinas, de obrigados y desabrigados, de nostalgia y de habanas europeas, porque este es un paso más allá hacia conseguir objetivos irrenunciables, porque se me enseña que la educación, el saber estar, las sonrisas y el amor va más allá de fronteras, razas, sexos, lenguas...Moito Obrigado Lisa...