lunes, 4 de marzo de 2013

Havemos de acordar

Escuchando a Ana Moura y tras mi última visita a Lisboa, me pongo a escribirte a ti, a quien más allá de la distancia, siempre estarás en mi, a quien cada café, cada sonrisa, cada crítica a la política, cada garganta quebrada por un tanto en el Molinón,  cada dormir sobre dos tablones en la calle, o cada acto de mi vida cotidina me acompaña.
Creo que en esta vida, existen dos manos, la derecha y responsable con nuestro entorno y consigo mismo, la calma y el criterio; y por otra la izquierda, la más loca, chiflada, borracha y dinamiterta, a esa que hoy parte, es un etapa más hacia la madurez, sin olvidar lo pasado, actuar en el momento y pensar en el futuro, a ti que has llenado una etapa de desfases, risas y sensaciones únicas, porque más allá de la distancia, siempre estarás en mi,...


Muchísimas gracias a la vida, por habernos cruzado aquella tarde de segundo de bachiller con 18 años, ralla al medio, chaleco y pantalones de pana vs pantalones anchos, coleta y alegría desbordante.

No hay comentarios: